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Javier Ferraguti “Hay que secar los granos para no prolongar su estadía en el campo”

A continuación se enumeran factores que influyen en la performance agronómica del cultivo, el contexto internacional del precio del commodity y el costo del flete como determinantes del margen bruto y la rentabilidad de un maíz tardío.

El cultivo

Desde la introducción de híbridos con eventos biotecnológicos para la protección contra lepidópteros, el área destinada al cultivo de maíz tardío se ha incrementado progresivamente. Actualmente, la superficie se consolidó a lo largo de todo el país y, según estimaciones recientes, ocupa más del 50% del área nacional destinada a la siembra de maíz (Gayo & Brihet, 2018).

Una de las principales razones de la expansión del maíz tardío es la reducción de los riesgos ambientales que supone esta estrategia. Los maíces de fecha tardía tienen menos probabilidad de sufrir golpes de calor y la oferta hídrica durante el período crítico es más estable comparado con maíz de primera (Maddonni, 2012). No obstante, durante el período vegetativo y reproductivo temprano se encuentran expuestos a mayor presión de insectos (Gamundi & Perotti, 2014) y las condiciones de altas temperatura y lluvias frecuentes generan un ambiente propicio para enfermedades foliares y de espiga (Couretot et al., 2016). Esta presión de insectos y enfermedades, sumada a un período de secado prolongado, determina que las siembras tardías tengan niveles mayores de micotoxinas (Blandino et al. 2009) (Martinez & Moschini 2014).

La cosecha

Un aspecto siempre problemático al momento de la cosecha de maíz de fechas tardías es definir la humedad de grano a la cual se va a realizar la operación. La práctica más difundida, entre productores y asesores, es dejar el cultivo en pie durante todo el invierno a la espera que el grano alcance un porcentaje de humedad lo más cercano posible al valor de entrega (14,5%). Los que sustentan esta práctica aducen que el objetivo es minimizar el impacto de la merma física y el costo de secada sobre el margen bruto (MB) del cultivo.

No obstante, Ferraguti (2018) en un trabajo donde se recopiló experiencias empíricas a lo largo de 4 campañas consecutivas de maíz tardío, indicó que secar a campo no siempre implica obtener mayor margen bruto, sobre todo si se tiene en cuenta los costos de control de malezas que se trasladan al cultivo estival siguiente. Adicionalmente, la permanencia prolongada del cultivo en el campo produce un aumento del porcentaje de plantas volcadas, la disminución de la calidad comercial y, debido a la presencia de hongos que colonizan progresivamente las espigas, aumentan los niveles de micotoxinas en los granos, incluso a niveles que inhabilitan su consumo (Chulze et al., 1996) (Presello et al., 2007).

La duración del secado desde madurez fisiológica a la humedad de entrega (14,5%) depende tanto de características del híbrido como de las condiciones ambientales. El secado de grano a campo en maíz tardío tiene típicamente dos fases: Una fase inicial (F1) donde la pérdida de humedad es rápida debido a la gran diferencia entre el contenido de agua del grano y la demanda atmosférica y, a partir de un punto de inflexión (Pi), una segunda fase (F2) donde la tasa de secado es una fracción de la tasa en F1.

Ferraguti 2020

“Hay otro factor que es relevante en maíz tardío como la velocidad del secado porque después de conseguir generar ese rendimiento nos queda perder la humedad de grano”, señaló el técnico a Radio del Centro.

E indicó: “La tendencia actual de dejar el maíz tardío a campo durante tanto tiempo, a veces hasta 110 días una vez que alcanzó madurez fisiológica tiene como consecuencias la pérdida de calidad e inocuidad del grano; aumentando los granos brotados, amotados, con verdín”.

“Asimismo se ve afectada la inocuidad porque esos hongos que se desarrollan en la espiga a medida que pasa tiempo en el campo puede generar micotoxinas que son dañinas para la inocuidad de los animales o humanos que las consumimos”, explicó, y agregó: “Las micotoxinas no son sustancias fáciles de sacar por procesamiento, resisten a temperaturas altas, no son sencillas de lavar y por eso se apunta a no generarlas”.

“Actualmente está cobrando mucha más relevancia porque a nivel de comercio internacional, mientras estemos dentro de los niveles no habrá problemas”, expuso, pero advirtió: “si seguimos aumentando la superficie de maíz tardío y manejamos mal su secado es probable que pudiéramos tener en algún momento inconvenientes en la comercialización por inocuidad de la mercadería”.

“Hay que secar los granos para no prolongar su estadía en el campo y cuándo, después de lo investigado, sería alrededor de 30 y 40 días de madurez fisiológica momento en el que aparece la capa negra en el grano cuando ya no hay más llenado”, subrayó.

Asimismo, sugirió: “Sería un punto para secar dejándonos con una baja humedad de grano para no tener tanto descuento y a su vez el aumento de micotoxinas y pérdida de calidad no es tan grave”.

“Además nos permite entrar oportunamente a controlar malezas del ciclo otoño - invernal que aún no se encuentran tan crecidas ni tampoco rusticadas, es un punto donde se conjuga un poco todo”, cerró el especialista.

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